Pd Te amo

 "Amor mío, ¿por qué me mirabas así? Si al final no me elegías a mí, si jamás me consideraste para tu futuro. 

Me sentía como un fantasma que solo existía en el abismo de tus sueños, un pequeño y débil eco que se pierde en la insignificancia de la oscuridad.



 Recuerdo los momentos en que nos cruzábamos, cuando tus ojos se encontraban con los míos y parecía que el tiempo se detenía. Mi amor parecía estar destinado a ser exclusivamente tuyo y todo lo demás era un eco lejano sin importancia alguna. Pero ahora me doy cuenta de que solo fue una ilusión, un espejismo que me hacía creer que había algo más entre nosotros.



Y yo que te amaba con una intensidad que me devoraba por dentro, que me consumía hasta los huesos. Llegué al punto de ignorar los gritos agónicos y desesperados de mi alma, que cada latido me desgarraba dolorosamente un poco más, con cada bocanada de aire, con cada pensamiento. Pobre mi alma, solo quería escapar del infierno que esto fue. Fui tan egoísta con ella que la ahogué cada vez más en esta agonía eterna.



Hoy me pregunto si alguna vez te diste cuenta de lo que sentía por ti, o si en alguna de esas noches de tregua te diste cuenta de cómo latía mi corazón cuando me abrazabas en la noche eterna. Con los demás no tenía la conexión que tenía contigo; me parecía estar en pausa con todos, a excepción de vos. No era que te amara más que a los demás, sino que no quería amar a nadie más. Pero supongo que nunca te importó, ya que al final no fui suficiente.



Ahora, cuando te mires al espejo, espero que notes la ausencia de mi reflejo en tus ojos. Que cuando otra piel roce la tuya, te resulte fría y distante. Que mi recuerdo sea quien te acompañe siempre, como una sombra de la cual no te puedes escapar. Mi intención no es que sientas el vacío que tú me hiciste sentir, sino que mi presencia siga rodeándote, aunque ya no estemos juntos. Quiero que al menos por un instante te puedas llegar a preguntar qué podría haber pasado si te hubieras comportado de una forma más noble con mi amor.



Pero la realidad es que nada de esto importa para ninguno de los dos, porque ya es demasiado tarde para que podamos cambiar el pasado y hacer las cosas diferentes. Me parece obscenamente ridículo haber deseado ese futuro, haber creído que podríamos haber sido algo más que una ilusión fugaz. Fue en ese momento cuando comprendí la abismal diferencia entre tu deseo y mi amor. Vos solo me mirabas con un deseo hambriento y vacío, desprovisto de alma y corazón. En ese vacío, me ahogaba y me perdía, incapaz de encontrar un refugio seguro en tu mirada.



Nunca pude hacer que mi amor te afectará de verdad, algo que a vos te salía tan natural como respirar. Ahora, no quiero volver a entregarme a ese tipo de sentimientos, aunque mi mente sabe que debo olvidarte. 


Aún me seguís visitando en sueños, pero es el único lugar donde te permito volver. Aunque me despierte con la sensación de que, por un instante, sentí que me habías vuelto a buscar, sé que no es más que una ilusión.

Mi cuerpo era un mapa de dolor, un paisaje de cicatrices y heridas abiertas. Ya no sabía dónde dolía o por qué lo hacía; es más, no recuerdo si lo hacía, solo sé que estaba vivo, pero no vivía. Duele más lo que pudo haber sido que lo que en verdad fue. Hoy me pregunto quién fue el que me destrozó el alma, si vos con tu indiferencia o yo con mi propia ceguera. 



De algo sí puedo estar seguro: ambos nos quedamos con las manos vacías. Vos perdiste a alguien que te amó con cada fibra de su ser, y yo perdí mi tiempo, mi corazón y mi dignidad en el altar de tu desamor.



La cama que compartimos es testigo mudo del silencio que nos envolvía, un silencio que me ahoga y me hace sentir que estoy muriendo lentamente. Finalmente, encontré la fuerza para despertar de ese sueño de dolor y descubrir que me amó más a mí mismo de lo que jamás pensé posible. Te juro que hoy me amo tanto que voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para que nunca más tengas que cruzarte en mi camino.



¿Por qué elegiste no elegirme? La respuesta es dolorosamente simple: nunca fui lo suficientemente bueno para vos. Elegiste otra mano para sostener en ese "felices para siempre


No sabía que amarte me iba a doler tanto, que cada latido se convertiría en un grito de dolor, que cada suspiro sería un lamento por lo que se perdió en la nada. Me lancé sin condición, sin red de seguridad, sin esperanza de ser correspondido, y ahora solo me queda el dolor y la tristeza de lo que pudo haber sido.

Un abismo de posibilidades se desvaneció en la nada, dejándome solo con mi dolor. Escribo mis sentimientos en páginas rotas, húmedas de lágrimas que brotan como una lluvia eterna y fría. Mi corazón late al son de una canción que jamás debió existir, una melodía de dolor y tristeza que resuena en mi alma.



Me aferré a capítulos de una historia muerta, con un falso quizás, pero nuestra historia ya fue escrita, y no hay vuelta atrás. La tinta se ha secado, la página se ha vuelto amarilla, y yo me quedo con la nostalgia de lo que nunca fue.



P.D. 



"En este silencio que hoy no cesa, es donde encontré la voz que nunca tuve. Esta ausencia me duele, pero tengo que admitir que la celebro, porque he descubierto lo que soy fuera de tu sombra. No sé cómo, no sé dónde, no sé cuándo, pero encontré la presencia que siempre busqué: la mía. Te amo, pero no vuelvas, y te advierto que si vuelves, solo encontrarás los restos de lo que nunca fuimos. Hoy, quiero decir en voz alta que ya no soy esa sombra, soy sencillamente la luz que brilla en la oscuridad, una llama que arde sin necesidad de tu calor. Soy mi propio eco, que hace latir mi corazón, y en cada latido descubro que soy libertad.



Y es mi turno de reconocer que soy mi propio eco, mi corazón por fin late por mí y para mí. Hacía tiempo que no lo escuchaba, y ahora susurra que soy libertad, amor y compasión hacia mí mismo. Sé que voy a tener días malos, porque esta herida aún sangra y necesita de mi atención. Pero hoy tengo la capacidad de dársela incondicionalmente, porque a cada paso que doy, me doy cuenta de que sí puedo y sí voy a poder salir adelante. Aunque la luz todavía está lejos, con cada paso que doy, se acerca más, y con cada paso que doy, la carga de tu desamor va quedando atrás.



Así que te dejo ir, y como último acto de amor, te perdono. No fue tu culpa mi forma de amar

Mathias. Palma


Comentarios